martes, mayo 10, 2011

Los secretos de la mar océana

El buque Sarmiento de Gamboa trabajó en aguas dominicanas.
Muestras de las aguas del mar que baña a Santo Domingo andan rumbo a España, a bordo del buque Sarmiento de Gamboa, para ser estudiadas con el propósito evaluar el impacto global en el océano y estudiar su biodiversidad.

Tal es el objetivo general de la
 Expedición Oceanográfica Malaspina, uno de cuyos dos buques vino a Santo Domingo en marzo pasado con un equipo de investigadores que tomaron medidas de temperatura, salinidad, oxígeno disuelto en el mar y dióxido de carbono y fijación de nitrógeno.

La expedición Malaspina se inició hace poco más de tres meses, cuando el Hespérides, el otro de los buques que forman parte de ella, zarpó desde España. Entre éste y el Sarmiento de Gamboa acumularán cerca de nueve meses de navegación, 33,000 millas náuticas y montones de muestras con las que aspiran a alcanzar el objetivo.

La ruta hasta Santo Domingo tuvo como jefe científico a Alonso Hernández, quien es de los piensa que se sabe más de Marte y de la Luna que del océano, por lo que éste es, a su juicio, "el gran desconocido en las ciencias mundiales".

Le resulta inconcebible que se desconozca tanto de aquello que compone el 70 por ciento del globo terráqueo y que además tiene una importancia vital en el proceso del cambio climático.

Hernández comenzó sus exploraciones oceanográficas en sus natales Islas Canarias y es investigador de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
Experiencia en SD

Los científicos a bordo del Sarmiento de Gamboa han explorado durante algo menos de dos meses el giro subtropical del Atlántico Norte, una región del océano de gran interés para los estudios de clima. El barco partió el pasado 27 de enero de Las Palmas de Gran Canaria con un equipo formado por 21 investigadores, 5 técnicos de la Unidad de Tecnología Marina del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) 16 tripulantes y 15 estudiantes.

Parece mucho trabajo para tan solo tres días, que fue el tiempo que permaneció en el país el Sarmiento de Gamboa y, de hecho, así lo estimó Alonso Hernández, en entrevista concedida a DL Medioambiente.

"El tiempo nunca es suficiente en este tipo de misión. Nos hemos encontrado con un montón de personas con las que deberíamos haber entablado más conversaciones para lograr más acuerdos y colaboraciones, pero ha sido imposible", expresó Hernández quien debió quedarse dos días más de los previstos para sacar mayor provecho a la estadía aquí.

Por la naturaleza de la expedición, no se puede hablar de los hallazgos en Santo Domingo por ahora, dice Hernández. "En un campaña oceanográfica se toman medidas para luego analizarlas en los laboratorios. Hemos podido analizar algo en el buque, que es un laboratorio flotante, pero otras muestras tienen que requieren análisis más finos deben ser realizados en España", refiere.

Desde que salió de Islas Canarias, el buque ha hecho 177 estaciones oceanográficas desde la superficie hasta los 6,000 metros de profundidad "en las que tomamos las muestras y medidas", detalló Hernández, quien comenzó a trabajar en investigación oceanográfica en 1987.
El día a día

En el Sarmiento de Gamboa se trabaja 24 horas al día, sin descanso. Hay turnos de ocho horas divididos en lapsos de cuatro. En todo momento se trabaja haciendo distintos tipos de medidas y experimentos.

"Utilizamos un instrumento llamado Uceta, al que rodean 24 botellas oceanográficas y CTD, un instrumento que mide salinidad, temperatura y presión, desde la super-ficie hasta el fondo, cada dos metros de profundidad. Luego, cerramos las 24 botellas a distintas profundidades (la más profunda a 6,000 mil metros). Después tomamos distintas medidas del océano", explica Hernández.

En el trabajo del Sarmiento de Gamboa no hay riesgo físico, asegura Hernández. El buque es grande y espacioso y el equipo trabaja con arneses y cascos. Cuando el mar está bravío no hay sensación de inseguridad.
La expedición
Es un proyecto del programa Consolider-Ingenio 2010 financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación Español. Comprende 27 grupos de investigación del CSIC, el Instituto Español de Oceanografía, 16 universidades, un museo, una fundación pública de investigación y la Armada Española. En el financiamiento han colaborado también esta última, el CSIC, la Fundación BBVA, universidades y comunidades autónomas. El monto ronda los seis millones de euros.

El Hespérides partió de Cádiz el 15 de diciembre de 2010 y ha realizado paradas en Río de Janeiro, Ciudad del Cabo, Perth y Sidney. Tiene previsto detenerse en Auckland, Honolulú, Panamá y Cartagena de Indias, para terminar la expedición en julio de 2011 en Cartagena (España).

El nombre del proyecto hace honor al marino italiano Alejandro Malaspina (Mulazzo, 1754 - Pontremoli, 1810), capitán de fragata de la Real Armada Española, de cuya muerte se cumplieron 200 años en 2010.

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